5 de octubre de 2014

Rubén, Como… Los muertos no sueñan, Ya nunca será como antes, En un cuarto lleno de anguilas



Avelino Stanley

Apreciado Rubén:
Todos sabemos que Los muertos no sueñan, sin embargo has conseguido fijar en la imaginación de los lectores de esta obra un mundo y unos personajes donde los sueños y los recuerdos deambulan entre los vivos y los muertos.
Es cierto que Ya nunca será como antes, sobre todo después de sumergirnos en las diez muestras en las que dejas absortos a los que te leemos.
Con los mismos planos conceptuales e historias paralelas, En un cuarto lleno de anguilas vuelves a presentar otro mundo, el de Guillermo, que viene a Nueva York, desde Chicago, para formar parte de unas escenas donde el tiempo interior genera una hegemonía vuelto campo y tema.
Son tres libros y un mismo certamen. Un premio. Letras de Ultramar. Podríamos plantearnos que los certámenes literarios son obras del azar accidental. Pero en las obras de un autor o autora, en cambio, si algún azar interviene, es el ontológico. Y el azar ontológico no puede ir lejos sin el azar epistemológico.


El certamen Letras de Ultramar ha cimentado el crecimiento de su prestigio con los autores que premia. Un ganador es algo así como el azar accidental. En cambio tú, Rubén, has obtenido tres veces ese mismo galardón. Eres, por tanto, el azar ontológico de tu ser danzando con el azar epistemológico de tu saber. Con esos galardones has reafirmado tu crecimiento al tiempo que prestigias el certamen que te reconoce.
Yo sí que soy una pura casualidad en ese premio. He sido jurado dos veces antes de que tú ganaras tres veces. Soy, sencillamente, el azar coincidente montado en el carrusel de la casualidad. Y eso es, precisamente, lo que me ha acercado a tu obra.
Como ya conocía la consistencia de tus escritos, pude haberle dado la respuesta a una pregunta que me hiciera una amiga que aprecio mucho. Ese año en el que dos obras tuyas fueron galardonadas, ella me envió un correo escueto:
—¿Dos premios a un mismo autor? ¿Y cómo es eso? —preguntó.
La respuesta a aquel correo quedó pendiente. Ahora que ya están lejos los días de la premiación, respondo en público una pregunta privada. Son dos las razones que dan pie a tus reconocimientos. La primera es la forma de tu vinculación con las técnicas de la narrativa. Y la segunda, que no iría a ninguna parte sin la primera, es tu dedicación.




Ahí están las claves, señoras y señores, para toda aquella persona que quiera convertirse en buen narrador: conocimiento de las técnicas y dedicación.
Tus estudios de maestría en Escritura Creativa, Rubén, no han sido en vano. Hablan en tu obra. Te leo y veo a Virginia Wolf o a James Joyce “buscando aproximarse más a la vida interior de sus universos”. Cuando escudriño tus escritos, Rubén, veo algo muy importante: noto cómo va creciendo tu capacidad para escoger temas intrigantes, veo cómo aumenta la calidad de tu prosa, de qué manera vas llenando tus escritos de metáforas particulares. Tu elegancia narrativa se parece a esos basquetbolistas que en los campeonatos mundiales se destacan por insertar canastos que arrancan aplausos por su limpieza, por su modo de hacerlo y por lo oportuno.


Algo de suma importancia hay en tu obra, Rubén. Se puede notar en ella la incesante persistencia por erigir tu estilo propio. Tu estilo particular. Nada más significativo para un autor o autora que construir un estilo propio, inconfundible. Y eso tú lo estás logrando a pasos agigantados.
Este mismo año allá, en nuestro lar nativo, dije algo sobre tu libro de cuentos, cuando lo presentaba en la Feria del Libro de Santo Domingo. Ahora lo voy a repetir por escrito. Rubén, mantén ese ritmo en la calidad de tus trabajos, y en la dedicación, porque de esa manera tú seguirás trillando el camino de convertirte en uno de los narradores más importantes del país, dentro y fuera de la República Dominicana. Adelante, Rubén, porque Los muertos no sueñan, y Ya nunca será como antes, En un cuarto lleno de anguilas.

Avelino Stanley,

Playa Caribe, República Dominicana
25 de septiembre del 2013